Quásar

Nos movemos silenciosos; las siluetas ocultas por la oscuridad de la noche. Subimos la escarpada colina hasta el borde del acantilado. El horizonte de un extraño gris plata aferra nubes de tormenta al mar helado; el viento que sopla norte encorva espaldas, melojos y armerias (herbas de namorar).

...Recuerdo los raíles que salían del túnel, un tren traqueteando despacio las vías de un viaje; una mano que tira de la mía y un salto...

Reconozco el paisaje pero no las siluetas que parecen acercarse, flotando, entre la niebla espesa. Caminamos empujados por un hilo invisible de necesidad. No comprendo la solemnidad del momento; presiento un nuevo estadio, me evaporo y trasmuto.

...Recuerdo unos versos, escritos en éxtasis, dedicados. Llovía, la ropa y el pelo mojados; las risas por lo absurdo, apuramos el paso y la vida; un antro oscuro esperaba el deseo en la esquina más apartada...

La inercia nos arrastra componiendo en el cielo la imagen brillante de lo asombroso, la nebulosa inflamada explosiona... es un nuevo quasar. Separados por 3 megaparsec y atraidos por nuestras fuerzas gravitatorias.

...Recuerdo un cuarto, el desayuno en la cama; -si me untas las tostadas comparto mi zumo... si no te lo bebieras de un sorbo aún tendrías-. No tengo sed pero preparo las tostadas sonriendo maliciosa, pienso en el momento de abrir la mermelada, en la revancha...